Surge de las profundidades
de la ensoñación
removiendo las aguas
turbias del pesimismo
aunque, a veces, para
salvarnos del abismo
se posa en el ánimo como
un rocío esperanzador...
Y una vez nos desarma y
atempera
se alista en el bando de los
enemigos de la urgencia
haciéndonos caer en la
cuenta de su presencia
cuando ya estamos
condenados a la inacción...
Qué grata sorpresa descubrir que has escrito! Y nada menos que una adivinanza, lo que me da la oportunidad de participar por primera vez en tu blog (qué emoción :) ). Yo creo que se trata de...la CONFIANZA.
ResponderEliminar¡Vaya, vaya! Ahora me enfrento yo a otra incógnita, porque no sé a quién tengo el honor de responder... Lo siento, no se trata de la confianza. ¡Sigue probando!
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